¿Dónde está el seguro de vida?
Para alimentar mi creatividad al escribir este blog, tengo puestas algunas alertas en Google que me avisen de noticias o artículos sobre los temas que más me interesan. En todos los temas (pensiones, emprendimiento, transformación digital, educación financiera….) hay cada día material suficiente excepto en un tema: El seguro de vida.
Sobre este tema, los únicos artículos que aparecen son de fuera de España. Evidentemente, el seguro de vida, en España no interesa. Pensando sobre ello se me ha ocurrido explicarlo con la imagen del circulo vicioso que se retroalimenta permanentemente. Trataré de explicarlo tal como yo lo veo:
1.- Bancos, inmobiliarias, autoridades, tasadoras, constructoras están conjuntamente interesados en que España no salga del modelo económico del ladrillo. Este tema merece una entrada aparte en este blog. Supongamos que tengo razón. Entre todos consiguen hacer la hipoteca extremadamente atractiva por comparación con el alquiler.
2.- Los bancos necesitan proteger el riesgo de impago de la hipoteca especialmente en los primeros años para lo que necesitan un seguro de vida barato y muy sencillo de otorgar. Lo que quieren es cubrir la eventualidad de que desaparezcan los ingresos del prestatario mientras el ratio entre la hipoteca y el valor de la casa les es aún desfavorable.
3.- Por ese motivo, exigen a las compañías de seguro un producto de seguro de vida con un proceso extremadamente simple de suscripción. Es decir, que se pueda emitir casi siempre sin muchas preguntas médicas y sobre todo sin necesidad de exámenes médicos.
4.- Las compañías de seguros tienen a su disposición principalmente dos maneras de controlar su riesgo: a) una selección rigurosa al principio o b) una política muy restrictiva en el momento del siniestro. El requerimiento de los bancos en el punto anterior fuerza a las compañías de seguros a elegir el modelo b) es decir, en términos vulgares, resistirse todo lo que puedan a pagar.
5.- Los bancos venden ese producto a los clientes no argumentando la importancia que esa protección tiene para ellos sino como un «chantaje» a cambio de otorgar la hipoteca que el cliente tiene que aceptar sí o sí.
6.- Los pocos siniestros que se producen expanden además la idea de que las compañías de seguro no pagan los siniestros o lo hacen extraordinariamente difícil a base de extrañas exclusiones que nadie comprende. Aun recuerdo un artículo de prensa subsiguiente al fatídico accidente del avión de Spanair. En él se contaba como una aseguradora se negaba a pagar la ídem¡nización a una de las víctimas del accidente porque la autopsia había demostrado que no había muerto por el impacto sino ahogada (sic) en un charco o estanque que había allí!!!!
7.- Debido a esta mala fama y al precio del seguro de vida que sube cada año, las compañías registran una muy baja persistencia del seguro porque los clientes dejan de pagarlo en cuanto pueden y los bancos una vez reducido el riesgo y cobrada su comisión dejan de prestar atención al producto.
8.- Esta baja persistencia del seguro obliga a las compañías a pagar bajas comisiones a sus agentes por la venta del seguro de vida con lo que el incentivo de venta casi desaparece,
9.- Florecen otros productos de seguro de vida que combinan en un mismo producto el seguro y el ahorro, combinación esta nada conveniente para el cliente. Además suele venir cargada de penalización por cancelación anticipada para poder financiar las comisiones de los agentes. Los clientes que intentan sacar su dinero en los primeros años comprueban con horror que han perdido el 40% de su dinero o a veces el 100% por este ultimo motivo.
Podemos seguir permitiendo que este circulo vicioso se perpetúe hasta el infinito, Pero las alarmas que surgen alrededor de los sistemas de previsión social hacen imperativo que invirtamos este círculo y lo convirtamos en uno virtuoso. Hacen falta políticas distintas, educación distinta , leyes distintas aplicadas con determinación. ¿Quien lo hará?