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Una fácil manera de financiar el emprendimiento mediante el IVA y aprovechando la economía sumergida

Cualquier persona que quiere iniciar una actividad por cuenta propia (empresarial, comercial, de servicios…) se encuentra con una serie de barreras complicadísimas que le hacen desistir o bien ampararse en la economía sumergida con lo que eso lleva de baja autoestima, relajación moral, desinterés por lo público….

Las dos barreras más importantes son el alta de autónomos y la necesidad de declarar IVA. Y por buenas razones. Cuando uno empieza una actividad, es poco probable que inicie con una facturación alta desde el primer mes. Pasarán muchos meses o incluso años hasta que esa persona alcance un nivel de facturación que le permita pagar esos importes, y pagar además al contable que se lo tiene que hacer. Por no hablar del riesgo de inspecciones y multas que intimidan a la mayoría.

Yo propongo una idea alternativa que invierta la situación actual.

Paso 1: Quien quiera iniciar una actividad empresarial , se da de alta en una web pública que le otorgue inmediatamente un CIF y lo registre en la base de datos. El sistema creará automáticamente una cuenta corriente de crédito para esa persona.

Paso 2.- Esa persona empieza a facturar con IVA a sus clientes y declara ese IVA pero, en vez de ingresarlo, el importe de IVA a pagar de cada trimestre se carga en la cuenta de crédito de ese CIF.

Paso 3.- Cuando la suma de las facturaciones de un mes de un CIF alcance los 1000€ se activará automáticamente el alta de autónomo de la persona en cuestión y se cargará el importe en esa cuenta de crédito. Esto se hará solo los meses en los que la facturación supere los 1000€ en tanto no se cumpla la condición del paso siguiente.

Paso 4.- Cuando la suma de las facturaciones mensuales de 12 meses consecutivos exceda de 25.000€ se avisará al autónomo que la cuenta de crédito queda cerrada, que a partir de ahora deberá ingresar el IVA cada trimestre y una cuota resultante de dividir el saldo del crédito en 20 trimestres (5 años)

De este modo, cada autónomo obtendrá una financiación gratuita para el inicio de su actividad sin que el estado tenga que poner dinero y sin riesgo para el autónomo en caso de que le vaya mal. El esquema entero lo financia lo que hoy es economía sumergida o sea que no le cuesta a nadie más que al cliente.

Si con un esquema así sigue habiendo autónomos que no cobren IVA, habrá que concluir que además de insolidarios, son tontos.

Ahi va la propuesta. A ver si algún partido político quiere aprovecharla.

 

 

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